Cómo hacer un Desodorante Casero

La importancia de los desodorantes

Tómalo por el propio nombre: la función de los desodorantes es ayudarnos a reducir o controlar los aromas que produce nuestro cuerpo, naturalmente. La sudoración es importante para nuestra salud y bienestar: es, entre otras funciones, una de las maneras en las que nuestro organismo elimina toxinas y se limpia a sí mismo. Por eso, usar productos comerciales clasificados como “antitranspirantes” es en verdad una mala idea.

Los antitranspirantes, nuevamente: como su nombre lo indica, inhiben la transpiración, o al menos la dificultan. Esto impide el funcionamiento normal del sistema de desintoxicación a través de las glándulas sudoríparas, dejando las toxinas apresadas dentro de nuestra piel. Esto sólo tiene consecuencias negativas a mediano y largo plazo… y no importa qué tan bien huelas, seguro querrás tener salud antes que cualquier otra cosa.

"El limón es un genial desodorante. Su cáscara y jugo ayudan a eliminar las bacterias que provocan mal olor, a la vez que blanquean la piel manchada por la depilación, el roce u otros motivos."

Desodorante natural: 3 recetas caseras

Para hacer tu propio desodorante natural no necesitas tener un extravagante laboratorio ni gastar miles en ingredientes extraños. Basta con usar lo que quizás ya tienes en casa, para controlar el aroma de tu sudor y hasta para regular la transpiración.

Estas son nuestras 3 recetas favoritas para hacer tu propio desodorante natural, fácil, rápido y por sólo monedas:

-         Polvo desodorante natural: En un cuenco o contenedor limpio pon 6 partes de fécula o almidón de maíz y mezcla una parte de bicarbonato de sodio. Al salir de la ducha seca muy bien tus axilas y pon un poco de este polvo, que atrapará la humedad e impedirá que se provoque mal olor.

-         Desodorante natural de limón: el limón es un enorme aliado para tu salid y bienestar. Las cáscaras, y también su jugo, ayudan a eliminar las bacterias que provocan mal olor, a la vez que blanquean la piel manchada por la depilación, el roce u otros motivos. Con la piel limpia y seca, frota la parte amarilla de la cáscara de un limón o pon algunas gotas del jugo fresco, y deja secar antes de vestirte. Verifica no tener heridas o irritaciones antes de aplicar.

-         Desodorante natural casero: si buscas hacer una versión en verdad avanzada, prueba con preparar un desodorante natural eficiente y personalizado. Para hacerlo mezcla en un cuenco 3 cucharadas de aceite de coco sólido con 1 cucharada de mantequilla de karité, entibiándolas apenas si lo necesitas. Añade 2 cucharadas de bicarbonato de sodio y 2 cucharadas de polvo de arrurruz, y mezcla muy bien. Agrega aceites esenciales a tu gusto, unas dos a tres gotas de cada uno bastarán (una buena combinación son los aceites de lavanda, mirra y árbol de té, para tener buen aroma y aprovechar sus propiedades antibacteriales, antifúngicas y antimicrobianas. Conserva tu desodorante natural en un contendor hermético plástico o de vidrio dentro de la nevera, y usa aplicando directamente sobre la piel limpia y seca.