Cómo prevenir las arrugas. Verdades y mentiras.
Cada vez son más los especialistas en belleza que recomiendan comenzar con el cuidado de la piel a partir de la adolescencia.
© Depositphotos.com/valuavitaly
Consejos para prevenir las arrugas.
Prevenir las arrugas
Las arrugas y patas de gallo, que en muchas ocasiones se atribuyen al sol, guardan ciertas verdades y mentiras.
Es muy importante conocer cuales son para lograr un cutis hermoso, sano y libre de arrugas por más tiempo.
También te puede interesar...
Cómo prevenir las arrugas en el rostro
Verdades y mentiras sobre las arrugas
- Verdadero:
Una gran verdad, es que la gente de tez blanca o clara tiene mayor predisposición a las arrugas que las personas de piel oscura.
Esto es, porque la menor cantidad de pigmentos la hacen más vulnerables a los efectos dañinos del sol. Por eso las pieles muy blancas necesitan de pantallas solares de elevado factor para estar más protegidas. - Verdadero:
También es muy cierto que el engordar y adelgazar constantemente favorece la aparición de arrugas, ya que los tejidos se vuelven muy flácidos. - Falso:
No es verdad que las personas que se maquillan demasiado o todos lo días son mas propensos a las arrugas.
Lo que si es cierto es que estas personas deben llevar a cabo cuidados especiales como desmaquillarse todas las noches e hidratar muy bien la piel. - Falso:
Nada mas falso que creer que si una persona se ríe mucho, mas patas tendrá al ir envejeciendo.
Si tratamos la parte de nuestro rostro en donde aparecen esas molestas e indeseables patas de gallo como es debido, la aparición de las mismas serán tardías y casi imperceptibles. Por eso recuerde hidratarla con cremas específicas para esta zona y realice como una rutina masajes circulares en ese lugar.
"Una gran verdad, es que la gente de tez blanca o clara tiene mayor predisposición a las arrugas que las personas de piel oscura."
Si bien, con el paso del tiempo, las arrugas harán finalmente su aparición, podemos retrasar este hecho cuidando nuestra piel y respetando los tres pasos básicos de un buen tratamiento de la piel: limpieza, hidratación y tonificación.